La apatía y la incapacidad de algunas autoridades para ponerse en los zapatos de los ciudadanos que deben caminar y transitar todos los días por tortuosas y peligrosas calles, está generando más de un accidente fatal en las pistas. 

Uno de los últimos causó la muerte de una joven universitaria que cursaba el último ciclo de derecho, quien -según su padre- se despistó cuando transitaba con su moto por las calles de Castilla. La posible causa del accidente: un enorme hueco en la pista.             

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Todos los días y a toda hora, los huecos en las pistas, tanto en Piura como en Castilla o Veintiséis de Octubre, son la causa de múltiples accidentes de tránsito. Algunos son simples caídas, roces con otros vehículos y, en el peor de los casos, raspones o fracturas, en especial de los motociclistas y ciclistas. Los autos y vehículos pesados padecen roturas de llantas o deterioros de la suspensión.                         

Pero, a pesar de este grave problema para los ciudadanos, cuyo derecho demanda vivir en una ciudad amigable, de fácil accesos y segura, las autoridades se hacen los indiferentes, piensan que como los huecos están allí desde la “gestión pasada” a ellos no les compete solucionar el problema inmediato, por tanto, que el ciudadano que paga sus impuestos, que se la arreglen como puedan.                                      

Es comprensible que muchas de las pistas están así por causas de las lluvias, pero también por la incapacidad y corrupción, pues una buena carretera con mantenimiento apropiado puede durar más de 25 años, aquí duran meses y las consecuencias son evidentes. En otros países, el ciudadano hubiera demandando a la municipalidad por tamaño atentado a la salud y la vida de las personas.