El fútbol colombiano se vio sacudido por un lamentable acto de violencia que involucra a Brandon Caicedo, delantero de 23 años del Deportes Quindío. El jugador fue atacado brutalmente por presuntos barristas de su propio equipo, quienes lo apuñalaron en el brazo y la pierna cuando intentaban herirlo en el pecho.

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Este hecho ha generado indignación y preocupación en el ámbito deportivo y social, poniendo nuevamente en evidencia el grave problema de la violencia en el fútbol.

El ataque al jugador del Deportes Quindío, Brandon Caicedo

El incidente ocurrió el pasado fin de semana en la ciudad de Armenia, cuando Caicedo fue interceptado por un grupo de barristas cerca de su casa. Según relatos, los agresores, identificados como hinchas del Deportes Quindío, se acercaron al futbolista y, sin mediar palabra, lo atacaron con un arma blanca. El jugador logró esquivar una puñalada dirigida a su pecho, pero recibió heridas en el brazo y la pierna.

La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) condenó el hecho en un comunicado, señalando que los agresores reclamaban por la mala campaña del equipo.

“Luego de agredirlo verbalmente, uno de ellos lo atacó con arma blanca, ocasionándole heridas en un brazo y en una pierna. Según el futbolista, el agresor intentó apuñalarlo en el pecho, pero él lo evitó anteponiendo su brazo”, detalló la asociación.

El ataque a Caicedo ha generado una ola de rechazo por parte de las autoridades y actores del fútbol colombiano. Acolfutpro exigió acciones inmediatas para identificar y sancionar a los responsables, advirtiendo que los jugadores del Quindío se encuentran en un estado de indefensión ante estas agresiones.

Por su parte, el coronel Luis Fernando Atuesta, comandante de la Policía de Armenia, confirmó que están a la espera de que el futbolista formalice la denuncia para iniciar las investigaciones correspondientes.

“Estamos a la espera de que el jugador venga a denunciar el hecho. Ayer tomamos contacto con él, pero no fue posible formalizar la denuncia. Esperamos que hoy se concrete”, declaró la autoridad.

Atuesta también reveló que Caicedo habría recibido amenazas relacionadas con el rendimiento del equipo. “El futbolista mencionó que lo amenazaron, diciéndole que, si no hay buenos resultados, estos hechos continuarán. Esto está directamente relacionado con la situación actual del Deportes Quindío”, agregó.

Este ataque pone de manifiesto el grave problema de la violencia en el fútbol colombiano, un fenómeno que parecía estar bajo control pero que sigue afectando a jugadores, hinchas y autoridades. La seguridad de los futbolistas se ha convertido en una prioridad, especialmente en un contexto donde las barras bravas continúan ejerciendo presión y violencia contra quienes consideran responsables de los malos resultados deportivos.