El Estudio Nacional del Fenómeno ‘El Niño’ (Enfen) ha emitido una alerta sobre la posible ocurrencia de un evento de El Niño Costero en el mes de abril, recomendando a las autoridades y tomadores de decisiones tomar previsiones ante este escenario.
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Según los pronósticos, si las temperaturas del mar frente a la costa peruana se mantienen en los niveles actuales, el fenómeno podría presentarse en una modalidad débil. Sin embargo, la situación requiere atención constante debido a su potencial impacto en el clima y la biodiversidad marina.
¿Qué condiciones podrían generar un Niño Costero?
El calentamiento de las aguas del mar es uno de los factores clave para prever la ocurrencia de un Fenómeno El Niño Costero. Luis Vásquez, vocero del Enfen, explicó a la Agencia Andina que, si la temperatura del mar se mantiene entre 0.5 y 1.3 grados por encima de lo normal, se estaría frente a un evento de carácter débil. Sin embargo, si supera los 1.3 grados, el fenómeno podría intensificarse, pasando a una condición moderada, fuerte o incluso extraordinaria.
El Enfen ha elevado el estado de vigilancia sobre la temperatura marina, lo que implica un monitoreo más detallado de su evolución.
“El calentamiento de las aguas podría mantenerse hasta abril, por lo que es crucial que las autoridades tomen medidas de precaución”, señaló Vásquez.
Posibles escenarios para marzo y abril
Aunque en marzo la temperatura del mar podría disminuir debido a la presencia de vientos, esta situación no está completamente asegurada.
“Si en abril las aguas continúan calientes, estaríamos frente a un Niño Costero, ya que se habrían registrado tres meses consecutivos de condiciones cálidas”, explicó el vocero del Enfen.
Este fenómeno no solo afectaría las condiciones climáticas, sino que también tendría repercusiones en la biodiversidad marina y en el caudal de los ríos de la costa peruana.
Uno de los efectos más notorios del calentamiento de las aguas es la migración de especies marinas. Según Vásquez, especies como la anchoveta, que prefieren aguas frías, tienden a desplazarse hacia zonas más cercanas a la costa o hacia el sur en busca de temperaturas más bajas.
“Estas especies son altamente sensibles a los cambios en su hábitat y migran para protegerse”, indicó.
Por otro lado, especies como el jurel, la caballa, el bonito y el atún se acercan a la costa debido al aumento de la temperatura del agua. Este desplazamiento podría tener implicaciones significativas para la pesca y la economía local, especialmente en regiones que dependen de estas actividades.
Aumento del caudal de ríos y lluvias intensas
El Enfen también ha reportado un incremento en el caudal de ríos como el Tumbes, Piura, Chillón y Rímac, así como en la Región Hidrográfica del Titicaca. Este fenómeno está directamente relacionado con el aumento de las lluvias, producto del calentamiento de las aguas del mar y la mayor humedad en la atmósfera.
“Si hay más humedad en la atmósfera, es inevitable que se produzcan más lluvias, especialmente en la zona norte del país, donde el calentamiento es más intenso”, explicó Vásquez. Este escenario podría generar inundaciones y otros desastres naturales, por lo que las autoridades deben estar preparadas para actuar de manera preventiva.
Recomendaciones para las autoridades y la población
Ante la posibilidad de un Niño Costero débil, el Enfen ha instado a las autoridades a implementar medidas de prevención para mitigar los posibles efectos del fenómeno. Entre las acciones recomendadas se incluyen:
- Reforzar los sistemas de drenaje en zonas vulnerables a inundaciones.
- Monitorear constantemente los niveles de los ríos y quebradas.
- Informar a la población sobre las medidas de seguridad y los protocolos de emergencia.
Además, se recomienda a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y seguir las indicaciones de las autoridades locales.