El grupo de cumbia Papillón ha revelado una grave situación de inseguridad que los ha obligado a cancelar sus presentaciones en el norte del país. En su reciente intervención en el programa Mande quien mande, los integrantes del grupo expresaron con preocupación que, cada vez que intentan anunciar un concierto, son víctimas de amenazas y extorsiones por parte de bandas criminales. Esta situación ha provocado que los músicos se vean forzados a evitar ciertas zonas del Perú, priorizando su seguridad por encima de su carrera artística.
El temor de los artistas en medio de la violencia
Durante su participación en el programa de televisión, los miembros de Papillón lamentaron profundamente el asesinato de Paul Flores, vocalista de Armonía 10, quien fue víctima de la violencia en Lima, y expresaron su preocupación por la ola de inseguridad que afecta no solo a los artistas, sino también a la población peruana en general. La banda denunció públicamente que la situación de extorsión se ha vuelto cada vez más común en la industria musical, y muchos grupos se ven obligados a pagar grandes sumas de dinero para poder presentarse en diferentes ciudades.
“Como la mayoría de grupos y artistas, también hemos sufrido este tipo de extorsiones. La última fue en agosto del año pasado. Generalmente, no podemos visitar el norte del Perú porque apenas colgamos un flyer anunciando un show, ya comienzan a llamar a los números de contrato”, expresó uno de los integrantes del grupo.
Seguridad por encima del arte: la difícil decisión de Papillón
El grupo, conocido por su gran éxito en la música de cumbia, compartió con tristeza que han tenido que dejar de ofrecer su arte a un público que los aclama, pero que, lamentablemente, no pueden exponer a la delincuencia. “Es una pena no poder llevar nuestro arte por allá porque las personas también nos aclaman, pero nosotros preferimos no colaborar con la delincuencia y evitamos tener presentaciones allí para salvaguardar nuestras vidas. La seguridad de todos, artistas y público, es nuestra principal prioridad”, afirmó la vocalista del grupo, visiblemente afectada por la situación.
La violencia y las extorsiones han marcado la carrera de muchos artistas del género cumbia, quienes han tenido que adaptarse a un entorno cada vez más peligroso, donde la amenaza de sicarios y bandas criminales se ha vuelto parte de la rutina. La denuncia pública de Papillón pone en evidencia un problema que afecta a toda la industria musical y que requiere una pronta acción por parte de las autoridades.
Papillón y su última gira con Armonía 10
El grupo Papillón también recordó con dolor la última gira que compartieron con la agrupación Armonía 10, liderada por Paul Flores, quien fue asesinado trágicamente después de un show en Lima. Con pesar, los músicos recordaron los momentos que vivieron junto a sus colegas, sin imaginar la tragedia que ocurriría poco después. «Justamente una semana antes estuvimos de gira con Armonía 10, compartimos momentos con ellos en Ilo, Mollendo y Tacna, sin saber lo que el destino tenía preparado», comentaron con emoción.
Papillón espera que las autoridades tomen medidas urgentes para frenar la violencia y garantizar la seguridad de los artistas y el público en los conciertos. Mientras tanto, seguirán denunciando las amenazas y extorsiones que afectan a su trabajo, con la esperanza de que esta situación no siga empañando la música peruana.
