El sueño de volver a ver a nuestra selección en un Mundial, después de 36 años se ha cumplido. Y esta fiebre mundialista seguro alcanzará su punto máximo cuando los 11 jugadores entren al Mordovia Arena en Saransk, el árbitro de el pitazo inicial; y por supuesto Paolo, Carrillo, Farfán o alguno de los “Guerreros Incas” marquen el primer gol en canchas rusas.

Pero, quienes seguramente estarán preparando sus mejores jugadas serán nuestros Padres de la Patria, pues con toda la distracción del deporte rey, es muy probable que nos metan uno que otro gol de media cancha, otros de guachita y hasta tremendas cabeceadas, abultando el marcador en contra que tenemos los peruanos con sus extraordinarias compras, sobrevalorizaciones tecnológicas e “ideotas” legislativas.

Definitivamente, si no los conociéramos podríamos disfrutar sin preocupaciones de un evento histórico para nuestro país, pero para quienes tenemos la tarea de fiscalizar, las alarmas no deben apagarse nunca.

Y no solo hablamos del Parlamento, sino de las autoridades en general.

Ahora que el Presidente y los Ministros nos han tranquilizado con unos cuantos caramelitos de la Reconstrucción, es necesario que los distintos colectivos, frentes y vecinos de las zonas afectadas no cesen en su lucha y se mantengan vigilantes ante el gran bolsón de obras que aún siguen pendientes. La fiesta del mundial y sobre todo el retorno del Perú a este acontecimiento nos llena de alegría, pero que nuestros políticos y autoridades no se aprovechen de eso para campeonar con alguna jugada sucia.

Karina Miranda

Karina Miranda