A prepararse
El Gobierno ya debería comenzar a trabajar en programas de ayuda a la población vulnerable, a estas alturas aún no se tienen definidos los lugares que podrían convertirse en refugios.

Estamos a escasos días de la quincena de julio y no se ve ningún avance con respecto a las obras de mitigación para afrontar las lluvias del Fenómeno El Niño, anunciadas para los meses de octubre o noviembre. Lo malo de todo, es que no solo nos enfrentamos al problema de las lagunas, aguaceros, falta de conectividad e inundaciones, sino además, a todo lo que traen consigo estas precipitaciones.
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Los economistas ya se pronunciaron, sobre todo porque el factor ‘bolsillo’ es generalmente el más afectado en los sectores medio-bajo. Entre algunas de sus recomendaciones está el ahorro, el stock de productos sobre todo de los no perecibles para los meses de escasez. Pero hay dos puntos importantes que han tocado los profesionales y es evitar en la medida de lo posible la especulación y el acaparamiento, además de los programas de ayuda.
Efectivamente, sabemos del aprovechamiento que suelen hacer los comerciantes y ambulantes para sacar más ganancias en épocas difíciles, sin embargo esto afecta considerablemente a las amas de casa y a las familias que con las justas pueden vivir con su sueldo mínimo.
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Por otro lado, el Gobierno ya debería comenzar a trabajar en programas de ayuda a la población vulnerable, a estas alturas aún no se tienen definidos los lugares que podrían convertirse en refugios. Este es uno de los puntos que han solicitado varios alcaldes, los cuales deberían comenzar a gestionar bajo sus propios medios, convenios o alguna estrategia que les permita no depender siempre del gobierno central.
Estamos claros en algo, el gobierno central no va a poder con todo, y a su paso de tortuga nos ahogamos en el primer día; si no hay capacidad de gestión de las autoridades locales y regionales, esto no camina.
La Hora
