Con la camiseta
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Para el Perú el Mundial ya terminó, sin embargo la emoción y el positivismo que ha dejado en la gente es importante resaltar. La clasificación y un triunfo después de 40 años en un Mundial, han sido rescatado al país de esa apatía e indiferencia en la que se había sumido con los miles de problemas políticos y económicos que en los últimos meses han golpeado más que el mismo Niño Costero.
Pero más allá de lo que esta selección significa para el fútbol peruano , también representa un espejo para los peruanos como ciudadanos con deberes y derechos. La bicolor, no ha pasado a la segunda fase del Mundial, pero ha sido admirada por muchos y ha mostrado un crecimiento que debería consolidarse en los próximos años si las cosas siguen caminando tan bien. Sin embargo, para ello, este equipo tuvo un líder: Gareca, liderazgo que los peruanos deberían tener con las autoridades nacionales, regionales y locales.
El “Tigre” tomó las riendas desde el primer momento y eliminó del equipo a todos aquellos que no aportaban. ¿No es lo mismo que pedimos, sacar a los corruptos, a los ineficientes, a los que por amistad o padrinazgo con el Gobierno se mantienen inamovibles obstaculizando el desarrollo de las regiones? Los hinchas han arengado juntos, han reclamado y han celebrado con un mismo cántico.
A los piuranos ahora les toca hacer lo mismo, unirse por todos los problemas que nos aquejan: una Reconstrucción postergada, calles inseguras, corrupción enquistada, pobreza en aumento, violencia contra la mujer que no cesa, etc. El Mundial ya se terminó para Perú, pero el país y especialmente esta región no puede quitarse la camiseta.
Victor José Palacios Elera
Editor web de El Tiempo y La Hora.