La triste realidad

Un baño de realidad con un trágico suceso no es agradable ni satisfactorio para nadie; sin embargo algunos detractores y críticos del partido fujimorista han querido poner el dedo sobre la llaga, y en un muy mal momento, calificar el hecho como un castigo por la indiferencia e insensibilidad ante las carencias de los pobres cuando se trata de la salud.

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Este suceso no debe ser motivo ni de sátira ni sarcasmos, por el contrario la partida repentina del vicepresidente del Congreso es bastante lamentable, y lo que sí hace es abrirnos los ojos, ante las carencias y deficiencias del sistema de salud. Definitivamente, esperemos que este hecho, permita de alguna manera entender a los congresistas y a los ministros que se necesita reforzar el sector Salud, sobre todo en las zonas más alejadas, donde a veces por la falta de un médico o de implementos, insumos o equipos, se pierde la vida de la gente.

Asimismo, debe colocarse como prioridad número uno, la ejecución de grandes proyectos en beneficio de la salud, como por ejemplo el Hospital Estratégico de Piura, el cual no solo beneficiaría a los propios piuranos de la provincia, sino también a otros pacientes que por la falta de equipos o camas en sus ciudades, tienen que ser derivados.

Esto además, permitiría descongestionar el Hospital Santa Rosa y otros establecimientos que a veces tienen que dar más de su 100 % para salvarle la vida a una persona.

Lo que le ha pasado al congresista, es algo con lo que tienen que enfrentarse todos los días los asegurados y no asegurados, muchas veces sin tener los medios para acudir al servicio privado.