Que un hospital tarde años en preparar estudios y aprobar expedientes por cuestiones burocráticas resulta cuestionable, pero que el retraso sea producto de los errores de los mismos funcionarios es imperdonable, sobre todo teniendo en cuenta que en Piura existe un déficit de camas para atención hospitalaria.

No llegamos ni a 800 entre EsSalud y el Minsa, cuando deberíamos tener 2500. Por cada 10 mil habitantes piuranos solo hay disponibles 3 camas, cuando a nivel nacional es de 8 y el promedio debería ser de 12 por cada 10 mil.

Eso quiere decir que estamos en una situación no solo crítica, sino dramática, y, que en estas circunstancias se tengan que declarar nulos los expedientes de los hospitales estratégicos de Piura, Huancabamba, Huarmaca y Ayabaca porque los funcionarios del Gobierno Regional los aprobaron con fallas; no tiene justificación.

Es fácil ahora salir a decir que es probable que su ejecución se postergue hasta el próximo año, y que se harán las investigaciones respectivas para sancionar a los responsables. Pero mientras tanto ¿qué le decimos a la gente de la sierra, que es la más afectada por el problema de infraestructura y personal? ¿Qué le decimos a los miles de pacientes que día a día forman colas para ser atendidos, o son arrumados en un pasillo del hospital?

Para el Presidente Regional, por su parte, todo está okey, ha salido a desmentir a su gerente de Infraestructura y asegura que la ejecución iniciará en julio. A este paso, lo más seguro es que debamos esperar hasta que asuma la próxima gestión para ver si se interesan por la salud de los piuranos.

Karina Miranda

Karina Miranda