¿Tenemos o no tenemos gobernantes? ¿A alguien le importa la situación en la que viven cientos de familias luego de los embates de la naturaleza, o es que el Gobierno solo aparenta un interés que nunca se materializa?
Defensoría del Pueblo ha lanzado su voz de alerta y queja a través de un informe donde señala que solo el sector Salud es el que presenta un 48 % de ejecución en el presupuesto de la Reconstrucción, mientras que los otros sectores están muy por debajo.
Esto para ellos, devela algo lamentable, y es que la Autoridad de la Reconstrucción no es otra cosa que un ente burocrático, con un plan de ejecución que aparentemente no tiene un norte apropiado debido a la falta de enfoque de los derechos de las víctimas de este Fenómeno. ¿Cómo se pretende ser eficiente si no se enfocan en el objetivo principal, en este caso la mejora de la calidad de vida de los piuranos afectados por el Niño Costero, no como un favor, sino como un derecho de vida?
Pero eso no es todo, sumado a los efectos negativos del Niño, esta demora y retraso en las obras está generando un enorme agujero negro en la economía de los miles de piuranos que sin ser damnificados están viendo afectado su bolsillo. Calles cerradas, negocios estancados e incluso cierre de algunas empresas. La Cámara de Comercio de Lima, estima que 721 mil personas ocupadas, es decir con trabajo, que viven en el Norte del Perú, podrían ingresar al nivel de pobreza pues se encuentran en una situación vulnerable.
Este es el panorama en el que nos ha puesto, no la Naturaleza, sino la falta de obras de prevención, eficiencia y por supuesto vocación de sercicio por el pueblo, por parte de nuestros gobernantes y funcionarios. ¿Qué hacemos? Como piuranos exigir que las obras se ejecuten lo más pronto posible, a ver si conseguimos reactivar la economía y evitar más miseria en nuestra región.