La revolución y hecatombe política que se vive en el Congreso, al igual que los destapes al interior del Poder Judicial, se están convirtiendo en el todo de este Gobierno. El énfasis y dedicación con la cual el presidente Vizcarra y su cúpula de asesores han abordado el tema de la reforma política y judicial podría hacerlo perder el enfoque.

Pues si bien la crisis política perjudica a otros sectores, hay problemas que no necesariamente están supeditados a la división fujimorista, los audios de los magistrados y el proceso que se le ha iniciado a Keiko Fujimori. Entre toda esta maraña de dimes y diretes, existen problemas bastante graves también y que comprometen a la economía del país, la cual ya peligra bastante con todo el escándalo político desatado.

Uno de ellos es por ejemplo el del empleo y las condiciones en las cuales trabajan miles de peruanos hoy en día. En ese sentido el Ministerio de Trabajo ha anunciado un proyecto para mejorar las condiciones laborales de los jóvenes, sin embargo queda aún un vacío muy grande, de qué es lo que se hará con el gran bolsón de empresas informales que existen en el país y que representan una gran fuente de empleo para cientos de jovencitos egresados de las universidades, y otros que aún estudian en el colegio o la universidad.

A nivel nacional solo el 27.4 % de la población económicamente activa tiene un trabajo formal, mientras que el 72.6 % es informal. Entonces, porqué no nos preocupamos primero o simultáneamente por dar incentivos o abreviar los trámites de formalización de las empresas, y seguramente ahí encontraremos una muy buena fuente de empleo formal para más jóvenes, además queda claro que el proyecto de Ley que trabaja el Ministerio de Trabajo aún deja muchas dudas en el empresariado, sobre todo por la imposición de un contrato indeterminado.

Karina Miranda

Karina Miranda