Tras la tragedia en el sur del país, el presidente Martín Vizcarra dispuso que cada ministro se encargue de una región para coordinar con los alcaldes y gobernadores regionales, la atención a los damnificados, producto de los recientes desastres naturales. Como parte de esa disposición, el martes tuvimos en Piura, la visita de la ministra de Salud, quien se trasladó hasta Chulucanas para verificar las acciones de fumigación contra el dengue.

Sin ánimo de ser aguafiestas, recordemos que en marzo del 2017, aún cuando todavía estaba el expresidente PPK, se dispuso lo mismo ante los desastres ocurridos en la zona norte. Fueron nueve los ministros que se desplazaron a las regiones en ese año; sin embargo, a casi dos años, de ello, es muy poco lo que se ha avanzado y todo se ha quedado en diagnósticos, promesas y más promesas.

Si bien en la región Piura aún no estamos como en el sur, los pronósticos de lluvias no son nada alentadores, y ya con las primeras lluvias de febrero hemos comprobado una vez más que no estamos preparados y seguimos igual de desprotegidos como cuando nos sorprendió el Niño Costero del 2017.

De ahí que si bien la disposición del presidente Vizcarra de enviar a sus ministros a las regiones afectadas, es una medida acertada, lo será aún más en tanto no se quede en una visita más para los flashes de los medios, sino que se convierta en acciones concretas e inmediatas, pues la población está cansada de visitas y promesas.