La delincuencia sigue imparable en nuestra región.
A las bandas locales y algunas injertas con ranqueados delincuentes sureños y de la Capital, ahora se han sumado los extranjeros, muy específicamente los venezolanos; los mismos que vienen formando sus bandas exclusivamente integradas por gente de su país como lo acaba de mostrar la reciente detención de tres venezolanos que fueron intervenidos portando armas de fuego y merodeando una pollería que al parecer pretendían asaltar.
Estos delincuentes al margen de la ley que imaginamos han ingresado de manera ilegal, son los que ahora también vienen asaltando los establecimientos como restaurantes y otros de entretenimiento, sin que nadie pueda hacer nada.
En su primer mensaje a la Nación, el presidente Pedro Castillo dio un ultimátum a todos los extranjeros que ingresaron al país para delinquir.
“Delincuentes extranjeros tienen 72 horas para salir del país”, es lo que dijo el primer mandatario. Sin embargo, han transcurrido ocho meses desde ese discurso, y los venezolanos al margen de la ley siguen ingresando al país y causando zozobra con su accionar delincuencial a vista y paciencia de todos.
El presidente tiene que tomar acciones para frenar el ingreso de extranjeros al margen de la ley, y también expulsar del país a todos estos delincuentes. No podemos seguir de manos cruzadas como hasta ahora. Ya es momento que el presidente cumpla su promesa y “tomar al toro por las astas” en el tema de los delincuentes extranjeros.
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