El tema del mercado no deja de ser noticia a diario, hace poco la denuncia de los comerciantes por presuntas extorsiones y amenazas con cuchillos concitó la atención de la ciudadanía; pero ahora, la preocupación es la manera tan rápida con la cual las vías públicas se han inundado de manera caótica de puros informales e incluso de comerciantes de mercados privatizados, quienes ‘dobletean’ entre la formalidad y la informalidad angustiados por las ventas del día a día.

Pero ahora, en el colmo del desorden y el desacato a las ordenanzas, decenas de ambulantes se han mudado hasta con cocinas, mesas, toldos y bancos, improvisando pequeños puestos de comida que no hacen otra cosa que generar más caos en el boulevard ‘Mártires de Uchuraccay’, una zona que lamentablemente ha sido tomado por vendedores locales y extranjeros, quienes, sin ningún tipo de cuidados sanitarios expenden sus comidas bajo el fuerte sol piurano.

No hay mascarillas, no hay agua, no hay registros sanitarios, no hay cuidados higiénicos, pero usted encuentra comensales como abejas en panal. Lo lamentable es que pese a los anuncios de un operativo para desalojar a los más de 700 ambulantes que acaparan las vías, la población ya no cree en que ésta sea una solución definitiva.

La autoridad parece haberse perdido, las instituciones parecen tener miedo de intervenir haciendo respetar la ley, y no solo lo relacionado con el orden público, sino también con la salubridad. Acaso se les ha sancionado por el no uso de la mascarilla.

Durante todo el tiempo en que el covid atacó con fuerza ellos se exponían y ponían en riesgo a los piuranos sin ningún tipo de protocolos. Definitivamente ha faltado mano dura y ahora el problema se desbordó.


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Karina Miranda

Karina Miranda