La frecuencia con la que hoy en día se cometen crímenes en las calles y en diversas partes de la región, nos hace sentir invadidos de una plaga, que parece expandirse sin que nadie pueda controlarla.


LEE AQUÍ ►  ¿Ahora, Piura?


Los esfuerzos de la Policía resultan insuficientes y, peor aún, hoy en día, en que no se cuenta con el total del personal, debido a que cientos de ellos han sido enviados a reforzar la seguridad en regiones donde las revueltas y convulsión social han generado caos y derramamiento de sangre.

El sicariato está imparable, y no hay quién le ponga freno, un doble crimen ayer, pero un espantoso asesinato hace tres días en Servilleta de Suyo donde los delincuentes ni siquiera tuvieron reparos en ir a buscar a dos hermanos a su casa y asesinar a uno de ellos para luego degollarlo. Este tipo de actos salvajes nos dice a qué nivel de ferocidad se está enfrentando hoy en dia la Policía. Sean extranjeros o sean bandas injertas de Piura, Castilla y Veintiséís de Octubre, el caso es que las balas vienen de donde sea y casi siempre dejan cuerpos inertes regados por las calles.

En lo que va del año son 13 crímenes, no solo por sicariato, también por asaltos o ajustes de cuentas, pero es evidente que las cifras crecen rapidamente. Frente a todo este panorama, solo nos queda recordarle al jefe de la I Macro Región Policial de Piura, Antero Mejía Escajadillo, su compromiso y esa vehemencia con la cual llegó a nuestra región. Sabemos de las limitaciones que tiene la Policía, pero necesitamos contener esta avalancha de crímenes que hoy conmociona a los piuranos y los amedrenta hasta para salir a la calle. No se puede seguir permitiendo que estas bandas de sicarios y criminales sigan matando impunemente.


Síguenos en nuestras redes sociales:


Karina Miranda

Karina Miranda