La Fiscalía le aperturó investigación por 60 días, sin embargo, el piurano cantautor de cumbia, conocido popularmente como Tony Rosado no aprende la lección y no se sabe si lo hace por mantenerse vigente en el mundo de la música, o porque realmente su odio hacia la mujer es tanto que se olvida de que sus constantes insultos y cuestionables acciones sobre el escenario le podrían costar caro.
Tony Rosado no solo ha insultado a la mujer, no solo la ha resondrado y ha incitado la violencia o ha hecho apología al feminicidio; sino que le ha faltado el respeto a su público al tocar indebidamente, levantarle el vestido y humillar a sus fans en pleno escenario.
Su actitud en show ha pasado de la broma a la agresión y eso también debe ser penado, pues pese a que hace un mes atrás pidió disculpas, sus palabras quedaron en nada, y ha vuelto a hacer noticia esta vez dejando entender a su público que a la única que ha violado es a su mujer, como si por el hecho de tener un vínculo le permitiera abusos como este.
Lamentablemente, y eso es necesario decirlo, el cantante aún encuentra aceptación, risas y aplausos en el público, que toman sus expresiones como jocosas y divertidas. Y es que, probablemente, Tony Rosado, hace lo que otros hombres o el agresor común no hace, expresar públicamente lo que piensa, quizás avalado por esa popularidad con cierto grupo de gente que aún lo defiende.
Desgraciadamente su facilidad para llegar al público, en este caso, es un factor negativo en la lucha contra la violencia a la mujer, razón por la cual es que los entes facultados han actuado de oficio y han tomado el caso con bastante rapidez, la misma celeridad que esperamos se ponga en práctica también con otros casos denunciados y que muchas veces son olvidados en algún archivador o ignorados en las comisarías policiales.