De raqueteros, marcas y extorsionadores, ahora hemos pasado a un nivel más alto, nada más y nada menos que a secuestradores.
La organización criminal que secuestró a un empresario constructor, y que además logró cobrar 100 mil soles para liberarlo, no solo estaría integrada por estos tres sujetos que fueron detenidos el martes pasado, y definitivamente han tenido que tener la ayuda de personas allegadas a la víctima para poder conocer algunos datos relacionados con su rutina diaria, entre otras cosas.
Pero más allá de la captura bastante rápida de la Policía, trabajo que no desmerecemos, habría que tener en cuenta que el error garrafal de los delincuentes de dejar pistas a través de cuentas bancarias, no se repetiría si se tratara de una banda tal vez más experimentada; y que en esos casos, hubiera sido bastante difícil dar con los autores del delito, o por lo menos hubiera tomado más tiempo.
Sin embargo, lo que queda claro es que tras este suceso las alertas deben estar encendidas porque sabemos que cuando un hecho se consuma, como ha pasado en esta oportunidad, la posibilidad de que se vuelva a presentar con una mejor organización y planeamiento no es algo utópico.
Hemos visto cómo la delincuencia se ha incrementado, cómo las bandas hoy en día se injertan con extranjeros y de manera avezada cometen una serie de crímenes que cada vez nos atemorizan más. Es por ello que esperamos que la Policía, termine por desbaratar esta organización y ponga límites redoblando su labor de inteligencia en este campo. Ser víctima de un secuestro y más aún negarse a pagar un rescate o dar aviso a la policía muchas veces significa una muerte segura, así que estemos más alertas.
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