El asesinato de un joven efectivo policial de Carreteras de Las Lomas a manos de sicarios en el alejado caserío Cachaquitos, no hace sino poner en evidencia que el sicariato está sobrepasando todo límite y que viene ganando terreno a pasos agigantados, sin que las autoridades policiales puedan frenar la ola de muertes que dejan a su paso.

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No podemos seguir de brazos cruzados ante las muertes que a diario se presentan en nuestra región y que tienen en constante zozobra a la población, que ya no duerme tranquila porque en cualquier momento estos asesinos irrumpen hasta en las propias viviendas y matan sin miramiento alguno.

Sabemos que la Policía ya tiene identificada a las bandas de sicarios que asolan en las diferentes provincias de la región, por lo que la pregunta que nos hacemos todos es qué hace falta para poner tras las rejas a estos asesinos que siguen libres por las calles, dejando a familias en el desamparo, y acabando con los sueños de jóvenes como el caso del policía asesinado en Suyo.

Es momento que la Policía demuestre con trabajo efectivo que está para garantizar la seguridad, que le devuelva esa confianza a la población para que vea en su institución policial, a la entidad que está preparada para enfrentar frontalmente al crimen organizado en todas sus formas; que Piura no es “tierra de nadie” y que todos, no sólo la Policía Nacional, sino la sociedad organizada y sus autoridades darán la lucha para hacer de Piura, la región segura y tranquila que todos anhelamos.

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