Durante su campaña electoral, el ahora alcalde de Piura Gabriel Madrid prometió poner “mano dura” en el Complejo de Mercados y recuperar los espacios públicos invadidos por centenares de ambulantes; sin embargo, ya pasaron catorce meses desde que asumió el cargo y la situación cada vez es peor en el centro de abastos.
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Esto pese a que en una reunión los ambulantes, agrupados en asociaciones, acordaron que liberarían los accesos principales del caótico emporio comercial de Piura.
Como era de suponer, este acuerdo nunca lo cumplirían. Basta recorrer las avenidas Mártires de Uchuraccay y Blas de Atienza, así como los jirones Gonzalo Farfán, San Lorenzo y otros aledaños, para darnos cuenta del caos e inseguridad que reina en la zona.
Tanto es el caos que los conductores tienen que abrirse paso en medio del insistente bullicio del claxon dado que los ambulantes siguen improvisando sus puestos y hasta con instalaciones eléctricos en las vías públicas. La falta de autoridad se ha convertido sin lugar a dudas en un aliado de los informales.
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Nos preguntamos, ¿hasta cuándo se iniciará el proceso de reordenamiento? Pues, en octubre pasado, y a través de nota informativa, la Municipalidad Provincial de Piura informó que habían tomado “la iniciativa de reubicar a cerca de 1 000 vendedores informales para poner orden en el Complejo de Mercados de la ciudad”. Incluso hasta contrataron a un ‘batallón’ de ediles para poner supuestamente orden en el centro de abastos; sin embargo, los ofrecimientos quedaron en meras promesas y los ambulantes siguen haciendo lo que se les da la gana aprovechando la falta del prinicpio de autoridad.