Se veía venir. En los últimos años los partidos políticos han sido uno de los más vapuleados por parte de la opinión pública y de los peruanos en general.
Las constantes denuncias, procesos de investigación, acusaciones y malas decisiones de sus portavoces y representantes en el Congreso y el Ejecutivo, ha hecho que los ciudadanos se decepcionen aún más de la clase política dejando un sinsabor que cada vez se acentúa más, y el domingo se demostró en la primera fecha de elecciones internas.
En Piura, el ausentismo fue más que evidente, locales de votación vacíos y hasta miembros de mesa que no llegaron para la instalación, tras ver ese panorama nos preguntamos, ¿qué pasaría en las elecciones del 2021 si es que no fuera obligatorio acudir a votar?
Si aún así, existen muchos electores que prefieren pagar su multa a acudir a un centro de votación. Definitivamente la crisis en la política cada vez es más grave, y mucho más tras los últimos acontecimientos en el país, que aunque demuestran una mayor participación de los jóvenes en cuanto a las decisiones de entes como el Congreso o el Ejecutivo, no vemos aún un marcado interés por ser protagonistas en los comicios partidarios.
Esto debe llevar a la reflexión de los actuales líderes políticos, aquellos que llevan años dirigiendo las riendas de los partidos y movimientos a imponer una renovación y a formar líderes, lamentablemente los mejores profesionales son los menos interesados en formar parte de estos grupos u organizaciones políticas y si lo están, son menospreciados y dejados de lado cuando se trata de armar las listas.
Esperemos que esta respuesta casi nula por parte de sus militantes los haga pensar en la necesidad de refrescar y ordenar la casa, con nuevos rostros, nuevas reglas, y forjando a los futuros gobernantes y representantes del pueblo.