Pareciera que, al interior de la Policía, la coima o la extorsión están institucionalizadas y «legalizadas» a tal punto que se les hace difícil a algunos malos efectivos prescindir de ella.
Y es que tan pronto como termina un escándalo, aparece otro, siempre por el cobro de “coima” como el ocurrido en Sullana, donde otro efectivo en actividad fue detenido por exigir S/ 600 a un ciudadano para no imponerle una multa.
Casos como este, además de otros, como policías asaltantes, echa por tierra el esfuerzo que se haga por superar el desprestigio que hoy sufre esta institución a cargo de la seguridad de la población.
La corrupción al interior de la PNP, según mandos de la institución, representa una amenaza para el desarrollo y la estabilidad del Estado, vulnera los derechos de las personas e impide el progreso de la sociedad. Pero, combatir y eliminar la corrupción no es tarea fácil mientras no se reestructure esta institución.
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Se evalúe a todo el personal policial y se ponga celo en la selección de efectivos para las escuelas policiales, donde -según denuncias- hasta se paga para ingresar.
Por el lado ciudadano, es importante insistir que las personas deben conocer las leyes y sus derechos, pues no están obligados a pagar coimas a malos efectivos.
Y eso pasa por caminar dentro de los parámetros de la legalidad y sin violar las normas de convivencia social, de lo contrario la corrupción se convierte en un círculo vicioso que es aprovechada por malos efectivos.
Y si se presentara algún abuso, hay que denunciarlo ante la Inspectoría policial como ya lo están haciendo algunos ciudadanos cansados de los abusos policiales.