Seguramente el Congreso de la República hoy no tendrá el mejor de sus días. Existe la expectativa sobre cuál será la decisión de los parlamentarios, si le dan o no la confianza al gabinete de Guido Bellido.
Una decisión nada fácil de tomar, teniendo en cuenta que los dos panoramas -es decir un no o un si- nos pueden poner en graves aprietos. Hace unos días Pedro Castillo dio una muestra de querer hacer mejor las cosas, incluso se rumoreaba el cambio de algunos titulares de las carteras ministeriales que tenían un pasado no muy sano; sin embargo, todo fue una quimera. Aceptó la renuncia de Héctor Béjar sí, y designó en su lugar a un representante de la talla necesaria para ocupar el cargo, pero ni bien reaccionó Vladimir Cerrón para amenazar con sus marchas y contramarchas, Castillo se contuvo, y de las modificaciones en el gabinete no se habló más.
Lamentablemente esto dice mucho del mandatario y de cómo se manejan las cosas en el Gobierno y en Perú Libre. Esperemos que cualquiera sea la decisión que se tome hoy sea para bienestar del país. Pero sobre todo, lo más importante es que el Presidente de la República asuma su rol como tal y entienda que no habrá medida más fructífera y positiva que asumir su responsabilidad y hacer valer su autoridad, ante personajes nefastos que solo buscan someter al país a una política económica que ha sido un caos y un desastre en otros lugares.
Castillo, no solo debe asumir su rol, sino que debe marcar distancia de Vladimir Cerrón y si el Congreso le da la confianza, más por temor a una mayor inestabilidad que por otra cosa, dé muestras de querer gobernar adecuadamente al país haciendo los cambios necesarios, porque desde el punto de vista de los analistas políticos este gabinete no merece ninguna confianza.