Piura, y otras regiones del país, se han vuelto endémicas al dengue. Ni siquiera Lima se salva ahora de este virus que ha alcanzado niveles preocupantes en toda Latinoamérica debido al calentamiento global que le da las condiciones propicias para que el vector transmisor, el aedes aegypti, pueda proliferar rápidamente. 

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Lo que los expertos vaticinan es que con las condiciones climáticas actuales, toda américa podría convertirse en zona tropical donde el vector prolifere con mayor éxito. Por ello, la campaña contra el dengue no es solo emitir emergencias o pedir la intervención de las autoridades. Lo que se requiere es que el Estado, en este caso el gobierno, inicie una campaña integral que va desde la utilización de vacunas que ya se usan en otros países; el control vectorial y el mejoramiento de las condiciones sociales, para que la gente no almacene agua. No solo deben preocuparse en atender a los enfermos de dengue, sino evitar que haya más contagios y esto pasa por las medidas de prevención, abatización, la fumigación y las campañas de educación hacia la población, cuya tarea es muy importante en esta lucha contra el dengue, pues de ellos depende que no haya artículos, inservibles o recipientes en los hogares que sirvan para que el mosquito se reproduzca.  

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El dengue es una enfermedad tropical, por tanto, aquí en Piura se mantendrá por casi todo el año, sin embargo, la prevención, el apoyo de la población capacitada y las políticas de atención médica eficiente podrían reducir el número de víctimas que el año pasado dejó 128 fallecidos registrados, aunque la cifra podría ser más.