En los minutos finales de su discurso por 28 de julio, el presidente de la República, Martín Vizcarra nos sorprendió a todos con un anuncio que, sin duda alguna, puso en jaque a todo el Congreso de la República y también provocó la alegría de todo un pueblo que desde hace tiempo ya no confía para nada en los mal llamados ‘padres de la patria’.
Por eso, la propuesta de una reforma constitucional de adelanto de elecciones congresales y presidenciales para el 2020 fue respaldada inmediatamente por la mayoría de los peruanos.
“Por tanto, el Perú no se va a detener como lo están vaticinando los fujiapristas, y esperemos que los congresistas no prolonguen más la crisis que ellos han generado…”.
Sin embargo; y, como era de esperarse, los fujimoristas y apristas, luego de quedarse perplejos, a lo único que atinaron fue a intentar responsabilizar al presidente de las consecuencias de su propuesta para el país; argumentos falaces, pues en lo que ellos menos piensan es en los intereses del país, sino en sus propios intereses, y que ahora ven amenazados con un adelanto de elecciones.
“El Perú primero”, “las grandes decisiones del gobierno se toman con la ciudadanía”, fueron algunas de las frases que retumbaron y a las que prosiguió el anuncio de lo es que el clamor de todo un pueblo, cuya voz ha sido escuchada.
Por tanto, el Perú no se va a detener como lo están vaticinando los fujiapristas, y esperemos que los congresistas no prolonguen más la crisis que ellos han generado y que han llevado al presidente a tomar esta decisión que a pese a lo que digan, está ajustada a la ley y tiene todo el respaldo de la población.