Uno de los tesoros más grandes que puede tener un país, son sus niños, pues ellos representan el futuro de esa sociedad, y si están bien encaminados y son provistos de todo lo necesario para tener un desarrollo adecuado, digno y con valores, estaremos seguros de que se está caminando por la senda correcta.
Lamentablemente, existe una lacra que va minando el terreno y que se ha convertido en una amenaza para las niñas de nuestro país, y son las organizaciones criminales dedicadas a la explotación sexual y laboral. Justamente el lunes, la Policía capturó a dos presuntos implicados en la desaparición de una menor de 13 años, a quien se habría captado a través de una página de Facebook, la cual mediante engaños consigue contactar con mujeres menores de 25 años ofreciéndoles trabajo en el rubro de atención al cliente, pero esto solo sería la fachada, una modalidad ya habitual en este tipo de redes criminales, y que pese a ser vox populi que esta es su herramienta más común, siguen acechando a las niñas y adolescentes a través de esta plataforma virtual.
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Se hace necesario por ello, declarar una guerra frontal contra estos criminales que pululan, ahora no solo por las calles, sino también por las redes que son tan visitadas por los menores. De ahí la necesidad del trabajo de prevención y de sensibilización, pues no solo la familia debe conocer a fondo el problema y tener clara su labor para prevenirlo, sino también las mismas menores, quienes en cualquier momento de su vida pueden verse en medio de una ‘propuesta tentadora de trabajo’, que finalmente puede llevarlas a un prostíbulo o a un prostibar, truncando sus sueños.
Señores, las cifras de casos no son las mejores, así que se hace urgente mejorar estrategias y atacar con todo.
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