Tuvieron que morir dos jóvenes para que el Perú, aunque sea muy apresurado decirlo- retome el rumbo. Si bien es cierto, apenas hoy Francisco Sagasti asumiría la Presidencia de la República, y dará luces sobre el nuevo gabinete, por lo menos en sus primeras alocuciones y contacto con la prensa ha tenido gestos importantes que nos dan una esperanza y una nueva oportunidad.
Sagasti ha reconocido por ejemplo la responsabilidad del Congreso frente a toda esta crisis política que se ha generado, un gesto que no lo tuvo Manuel Merino y que definitivamente da luces de sus valores éticos y morales, pues al no haber votado a favor de la vacancia, podría fácilmente haberse lavado las manos, sin embargo se incluyó y asumió el peso de la responsabilidad de dos personas muertas. Segundo, reconoció la frustración y la indignación del pueblo ante un Congreso que no ha hecho las cosas bien y que de ahora en adelante tiene que encaminarse y trabajar de cara al país.
Y por último demostró gran humildad y valentía al salir y darle la cara al pueblo. Tres gestos que por lo menos le dan el beneficio de la duda. Sin embargo, su gran prueba de fuego será hoy, si es que se designa el nuevo gabinete. Los nombres de las personas que lo conformen serán como una radiografía de las pretensiones de Sagasti, ahora que asuma el poder.
Esperemos que este investigador nato y hombre de ciencia, tenga el tino y la sapiencia como para convocar a un gabinete, no de reciclados, sino de profesionales y especialistas sin muchos cuestionamientos, que nos den tranquilidad por lo menos estos 8 meses que estarán en el Gobierno. Lamentablemente, aún existen protestas en las calles, entendemos el clamor de justicia por los jóvenes fallecidos y la incertidumbre y desconfianza, pero no hay mejor manera de colaborar a que el Perú salga adelante que manteniéndonos vigilantes, y no generar más caos.