Si ya desde antes de las fuertes lluvias que vienen causando estragos en la población, la EPS-Grau prestaba un deficiente servicio, con varios sectores recibiendo agua por horas y algunos varios días sin el vital líquido; ahora con cada lluvia, la situación se torna insostenible, pues simplemente se corta el servicio, sin más ni más.
La población pasa un calvario, no sólo porque está nadando entre aguas de lluvia y aguas servidas, sino porque simplemente mueren de sed.
Ahora ya ni siquiera se toman la molestia de abastecer mediante cisternas, sino que parece no interesarles lo que padezcan los vecinos. Resulta un verdadero atentado a la salud pública que se deje sin agua potable a la población, más aún ahora en estos momentos que estamos acechados por virus y bacterias, y necesitamos el agua para la indispensable limpieza.
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Lo preocupante de todo esto es que el propio gerente general de la citada empresa ha dicho que si las lluvias continúan, con cada precipitación pluvial, los vecinos no podrán contar con el servicio y, lo que es peor que ya no se podrán abastecer con las cisternas, porque supuestamente en cuatro horas se estaría restableciendo el servicio; una gran mentira si recordamos el historial de la empresa.
Resulta increíble que empresas prestadoras de servicio no cuenten con eficaces planes de contingencia, y tengan que ser los usuarios quienes paguen su ineficiencia y falta de previsión, pues al igual que las autoridades no han aprendido nada y simplemente se han cruzado de brazos.
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