Parece que el general de la Región Policial viene con mucho entusiasmo a combatir a las bandas de delincuentes en Piura, por lo menos así lo demuestran los últimos operativos y movimientos estratégicos en la región; sin embargo, hay algunos agentes fanáticos incorregibles de “Pikachu” que ‘aman’ perseguir camionetas doble cabina o 4×4 y camiones; son estos personajes quienes echan por tierra cualquier esfuerzo por revertir la mala imagen de esta institución. 

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¿Qué tanto esmero por intervenir vehículos y exigir, casi, hasta la partida de nacimiento del conductor? Los intervenidos no hallan lógica a esta afición policial, pues a los pasajeros ni siquiera se les mira y menos se les exige documento alguno.

El objetivo siempre es el vehículo, como si las modernas camionetas fueran las que cometen delitos. 

Lo irónico es que los policías, como todas las víctimas de robos, saben que los delincuentes circulan y operan en motos: vehículo de dos ruedas, usan casco cerrado, tienen armas y van de a dos. Si es así, ¿por qué no empiezan por poner mayor celo con estos vehículos, sobre todo aquellos que transitan sospechosamente por el casco urbano como “marcas”, o en las urbanizaciones poco concurridas que es donde golpean a cada rato?                                          

Igual actúan en las inmediaciones de las universidades y urbanizaciones donde hay restaurantes y negocios de comida. Los atracos son en horas de la tarde y noche, sin embargo, por esas zonas no hay policías ni patrullas exigiendo documentos; salvo en las madrugadas en conocidas discotecas, pero con otro afán: sorprender a los borrachitos irresponsables que manejan en estado de ebriedad.