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Empoderamiento
noviembre 27, 2020
Autor: Victor Palacios

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La violencia hoy en día ha cobrado protagonismo en nuestra sociedad, no solo la vemos en las calles, reflejada en las bandas delincuenciales o hampones callejeros que no solo arrebatan pertenencias o dinero, también agreden, te amenazan o abusan sexualmente, sino que en esta pandemia se ha visto un incremento notorio en cuanto al maltrato sicológico y físico contra las mujeres, no solo las adultas, sino -y con mucha más preocupación- contra las niñas.

Las cifras no solo a nivel mundial, sino también nacional son alarmantes, 137 mujeres mueren diariamente en el mundo, en su mayoría a consecuencia de la agresión de un miembro de su propia familia. En el Perú, hasta octubre son 111 feminicidios reportados, sin contar los casos de mujeres desaparecidas que no sabemos qué pasó con ellas, si fugaron o si las asesinaron. Pero quizás una de las cosas que influya mucho en que estas cifras sean parciales y no totales, es que 3 de 4 casos de violencia no son denunciados.

Por tanto, uno de los grandes problemas en cuanto a la violencia contra la mujer es que aún hay temor para denunciar al agresor, y en su mayoría se debe a la dependencia económica que tienen de su esposo o pareja.

Es por ello, la importancia que tienen en estos casos la labor que realicen los organismos del Estado al igual que las Organizaciones No Gubernamentales en el trabajo de empoderamiento de las mujeres, con la finalidad de que pueda capacitarse en diferentes tipos de emprendimiento que les puedan dar la independencia económica que necesitan para poner límites al maltrato del cual son víctimas por sus parejas.

Al tener un mayor dominio y control de su propia vida podrán hacer respetar sus derechos. Y para ello también es necesario que el personal de las comisarías, encargadas de recepcionar las denuncias se capaciten y brinden la atención correspondiente a las víctimas.La violencia hoy en día ha cobrado protagonismo en nuestra sociedad, no solo la vemos en las calles, reflejada en las bandas delincuenciales o hampones callejeros que no solo arrebatan pertenencias o dinero, también agreden, te amenazan o abusan sexualmente, sino que en esta pandemia se ha visto un incremento notorio en cuanto al maltrato sicológico y físico contra las mujeres, no solo las adultas, sino -y con mucha más preocupación- contra las niñas.

Las cifras no solo a nivel mundial, sino también nacional son alarmantes, 137 mujeres mueren diariamente en el mundo, en su mayoría a consecuencia de la agresión de un miembro de su propia familia. En el Perú, hasta octubre son 111 feminicidios reportados, sin contar los casos de mujeres desaparecidas que no sabemos qué pasó con ellas, si fugaron o si las asesinaron. Pero quizás una de las cosas que influya mucho en que estas cifras sean parciales y no totales, es que 3 de 4 casos de violencia no son denunciados.

Por tanto, uno de los grandes problemas en cuanto a la violencia contra la mujer es que aún hay temor para denunciar al agresor, y en su mayoría se debe a la dependencia económica que tienen de su esposo o pareja.

Es por ello, la importancia que tienen en estos casos la labor que realicen los organismos del Estado al igual que las Organizaciones No Gubernamentales en el trabajo de empoderamiento de las mujeres, con la finalidad de que pueda capacitarse en diferentes tipos de emprendimiento que les puedan dar la independencia económica que necesitan para poner límites al maltrato del cual son víctimas por sus parejas.

Al tener un mayor dominio y control de su propia vida podrán hacer respetar sus derechos. Y para ello también es necesario que el personal de las comisarías, encargadas de recepcionar las denuncias se capaciten y brinden la atención correspondiente a las víctimas.

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