El general de la Región Policial anuncia la incursión de un nuevo equipo especial de la Policía, así como un servicio de inteligencia para desbaratar a las bandas de delincuentes que han sentado sus bases en la región Piura. Por lo tanto, se prevé que haya muchos detenidos y también sentenciados.
“La pregunta es: dónde meterán mas detenidos si todas las cárceles del Perú están ya hacinadas…”
En el otro extremo de nuestra región: Ecuador, el presidente de ese país anuncia que deportará a todos los presos peruanos que estén en cárceles ecuatorianas sentenciados por robo, crimen organizado, tráfico de drogas… en fin.
La pregunta es: ¿y dónde meterán más detenidos si todas las cárceles del Perú están ya hacinadas de presidiarios? Por citar un ejemplo, el penal Piura, construido para albergar a 1,066 presos, tiene ahora casi 4 mil internos, muchos de ellos sin sentencia aún por lo engorroso y paquidérmico que es el sistema judicial.
Muchos de ellos se disputan a golpes un metro cuadrado para dormir. El ministro de Justicia, Daniel Maurate, anunció el año pasado un presupuesto de 1,600 millones de soles para la construcción de seis cárceles, pero estas recién -en el mejor de los casos y si no se obstruye el proceso de licitación-, estarán terminadas en el 2026.
Mientras tanto, los detenidos y sentenciados tendrán seguir ingresando a penales tugurizados y en condiciones deprimentes que en vez de servir como instrumento para reformar e insertar a los zamarros en la sociedad, los pule y los convierte en más agresivos e insensibles, además de conectarlos con temibles organizaciones criminales, como un acto de sobrevivencia. ¿Lograrán así su inserción en la sociedad o saldrán más audaces y despiadados?