Un completo pandemonio se vivió los días 7 y 8 de noviembre, durante la campaña de vacunación programada por el Ministerio de Salud con la finalidad de vacunar a todos aquellos niños y adultos que no lo hicieron en su momento cuando se suspendió por el inicio de la pandemia.

Lamentablemente, el sector no ha sabido implementar un buen protocolo para que la campaña se desarrolle sin riesgos. Aunque esto tampoco exime de responsabilidad a los piuranos que también debían tomar las medidas de seguridad ya bastante conocidas.

Y, es que pese a que a diario se les viene repitiendo por todos los medios de comunicación, que deben respetar el distanciamiento social en las colas, lamentablemente insisten en las aglomeraciones. Y, esto, no solo lo decimos por la campaña de vacunación, sino también lo seguimos viendo en las tiendas, mercados y supermercados.

Convocar a campañas masivas de comunicación, no es una buena idea en estos tiempos, sobre todo si estamos en una época de pandemia por un virus altamente contagioso y letal. Y mucho menos, si la intención es continuar con la vacunación todo el año.

Sin embargo, entendemos que es necesario ante la posibilidad de que otras enfermedades puedan afectar la salud de los piuranos.

Así es que, la mejor alternativa debería ser, primero contar con la cantidad necesaria de personal, ampliar horarios de atención y hacer campañas por zonas específicas o programarlo por centros de salud, estableciendo el sistema de citas, para evitar aglomeraciones.

¿Por qué si la vacunación se iba a efectuar todo el año?, citar dos días 7 y 8 a la gente como si fuera una campaña única, era obvio que las aglomeraciones y el caos se iban a presentar, pese a que los agentes de seguridad y los mismos efectivos policiales intentaban poner orden. Así es que en esta época de crisis en Salud, lo mejor es no generar más aglomeraciones con este tipo de campañas masivas. Ya sabemos cuál es el comportamiento de la gente.