La aparente estabilidad y calma que se vivía en el ambiente político, de un momento a otro volvió a tocar fondo y esta vez por una crisis en el Ministerio Público, que ha tocado al gobierno de Dina Boluarte, Congreso, Junta Nacional de Justicia (JNJ), etc. Lamentablemente, la Fiscal de la Nación ha sido acusada de liderar una organización para la destitución de la JNJ y Zoraida Ávalos. 

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Imaginamos que a pesar del escándalo que significa este hecho, y sobre todo de los dimes y diretes que han comenzado a circular entre la Fiscal, Dina Boluarte y otros personajes políticos, nada de esto debe sorprender a los peruanos que ya estamos cansados de tanta corrupción al interno de las instituciones gubernamentales que más transparencia y ética deberían mostrar. Es increíble que siendo el Ministerio Público, el ente que tiene a cargo la defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y los intereses públicos, sea capaz de negociar el ingreso y salida de cargos determinantes en el aparato público, según sus propios intereses. Aunque evidentemente esto aún está en investigación, pues tampoco quienes señalan estos cuestionables hechos son personas muy neutrales, con respecto al caso de Patricia Benavides.

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Ahora, de confirmarse la hipótesis de la Fiscalía sobre este acto de corrupción, podríamos hablar de la toma y posesión del Ministerio Público, pero además del Congreso, pues se habla de una lista de 11 congresistas que tuvieron tratativas con el asesor detenido de Benavides. Y por último, el pleito entre la Fiscal y la Presidenta, un hecho inédito deja mucho qué desear, una acusando a la otra de haberle tendido una treta y la otra de querer crear una cortina de humo con la denuncia por las muertes en las protestas del año pasado. Lamentable que lleguemos a esta situación justo en un año tan difícil para todos los peruanos. Ojalá y las investigaciones se realicen con transparencia, pero esto solo demuestra que la pus de la corrupción está en todos los niveles del Estado.