En medio de una situación de caos a nivel económico, con los precios en alza y una sociedad sumida en el desempleo y las protestas por demandas gremiales no atendidas; ahora al presidente de la República, y obviamente sus asesores y dirigentes partidarios se les ocurre trabajar -a la brevedad posible- un proyecto para una nueva constitución.

La idea del Gobierno es presentar al Congreso un proyecto de ley para que se apruebe que durante las Elecciones Regionales y Municipales de octubre, se incluya una hoja a modo de consulta o referendum para ver si se trabaja o no una nueva constitución. Y que sea la voluntad popular la que decida el futuro del país.

Lamentablemente, y lo que tememos que pueda sucedar, es que en principio la situación económica se desestabilice más aún, pues a estas alturas es poco probable que no se sepa que este tipo de noticias generan desconfianza en el sector económico inversionista lo cual puede generar incluso más aumento en los precios de los alimentos, fuga de capitales y estancamiento de inversiones, pues mientras no se sepa cuál será el destino del Perú, difícilmente alguien querrá invertir.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que este tipo de consultas no se pueden idear de la noche a la mañana, aunque claro está que este Gobierno ya lo tenía pensado desde la campaña. Pero la preocupación es por la falta de información que podrían tener lo ciudadanos, muchos de los cuales ni siquiera saben cuáles son las ventajas y desventajas de nuestra carta magna o cómo nos beneficiaría o perjudicaría una nueva constitución.