Únete al Newsletter
Mucho cuidado
abril 18, 2022
Autor: Victor Palacios

Compartir:



E l secuestro, tortura y violación de la menor de 3 años, Damaris, no debería parecernos tan lejano, pese a haber ocurrido en la región de Lambayeque. El Monstruo de Chiclayo, no es solo uno, cerca de nuestra casa puede haber otro como él y ni siquiera lo sabemos.

Estas patologías por lo general no son fácilmente percibidas por las personas, y muchas veces tras la apariencia de una persona normal, respetuosa o sicológicamente normal, se haya un sujeto depravado como éste, que sin ningún tipo de piedad agredió a una pequeña de tan corta edad, ocasionándole daños irreparables tanto física como emocionalmente.

Y es este mismo temor, de que puedan existir más como él, el que ayer se apoderó de los vecinos de Paita, luego que una niña extranjera de 11 años casi fuera secuestrada por dos sujetos en una trimóvil, que intentaron llevársela a la fuerza. Afortunadamente los gritos de la menor, permitieron que padres, vecinos y serenos acudieran en su auxilio. Sin embargo, ahora se espera que la Fiscalía y la justicia hagan su parte, pues aunque no se haya llegado a consumar el delito hay un intento grave de agresión a la menor que puede repetirse en cualquier momento, si no se ponen candados y si no se sigue la pista de estos sujetos. ¿O actuaron solos, o fueron enviados para captar a la niña para explotarla posteriormente? ¿Qué intenciones tenían?

Esperemos que en esta ocasión no hayan liberaciones absurdas como las ocurridas en anteriores ocasiones, pues queda claro que si bien la Policía tiene sus errores, en muchas ocasiones hacen un trabajo de hormiga para que un fiscal o juez corrupto echen por la borda todo lo avanzado.

Más populares