La cabeza del expremier, Alberto Otárola, tenía precio desde que asumió su cargo, pues en la folclórica política peruana, quien no se alinea con la corrupción o los grupos de poder que medran en función a sus propios intereses, debe hacerse a un lado, a la buena o a la mala. Con Otárola fue lo segundo, pues a pesar de todos los cuestionamientos y acusaciones que desde la oposición se le hacían, no tuvo el efecto que sí lo tuvo un audio “calentón”.        

“…lo intrigante es la denuncia del expremier al asegurar que, detrás de su salida hay conspiradores…”            

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Lo bueno de todo esto es que con la salida de Otárola se oxigena el nuevo gabinete, aunque a los opositores no les gusten los cambios. Sin embargo, lo intrigante es la denuncia del expremier al asegurar que, detrás de su salida, hay conspiradores y uno de ellos sería el controvertido expresidente Martín Vizcarra conocido como “El Lagarto”. Incluso se menciona al hermanísimo de la presidente Boluarte, quien ya está en la mira de la oposición y caviares al inmiscuirse en asuntos estatales en un intento por manipular las decisiones presidenciales pero, sobre todo, en busca de conformar un grupo político que logre hacerse del Gobierno en las próximas elecciones.                      

Lo cierto es que para la oposición ningún cambio en el gabinete es suficiente. Lo que se busca a toda costa es cortarle el plazo de gobierno a Dina Boluarte. Piden elecciones adelantadas, aunque se patee el tablero democrático, pues en el submundo de la política peruana la lucha es despiadada, las conspiraciones y metidas de mano están a la orden del día, porque muchos políticos que buscan el poder, creen que el Estado es un botín fácil de saquear. ¿Cuánto dura el nuevo premier?