Si bien cuando Dina Boluarte asumió el poder la convulsión social generó cierta desestabilización, a medida que se fueron calmando las cosas las cifras en cuanto a ejecución e inversión mejoraron, lamentablemente el Niño Costero y la crisis sanitaria por el dengue son dos pruebas de fuego que su Gobierno no ha sabido responder a la altura.Estamos de acuerdo en que quizás toda la responsabilidad no la debe asumir su gobierno puesto que para ambos problemas debieron existir estrategias planteadas desde hace mucho tiempo, presupuestos asignados y obras avanzadas y ya culminadas (en el caso de El Niño); sin embargo nada de esto hubo. En Piura por ejemplo, el problema del dengue se avizoraba desde el año pasado, el Gobierno Regional, a cargo en ese entonces de Servando García, pese a ser un profesional en medicina, no tomó las medidas preventivas necesarias y tampoco hubo una estrategia a nivel nacional.

Y en obras, la historia es bastante conocida así que no es necesario repetirla. Sin embargo, las autoridades a todo nivel no están para presentar excusas y justificaciones sino para afrontar con temple las situaciones que se les presenten, y en este punto definitivamente Dina Boluarte y compañía salen jalados. Por otro lado, la misma ministra ha reconocido reacciones tardías que siguen afectando en cuanto a las consecuencias de esta epidemia que sigue incrementando sus víctimas.

Evidentemente la responsabilidad no puede ser al 100 % del Gobierno, hay responsabilidad por todos los frentes, pero si se trata de evaluar su gestión, El Niño y el Dengue se la traen abajo. Esperemos que hayan medidas correctivas lo más pronto, pues el dengue aún lo tenemos encima y el Niño se viene en unos meses.

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