La propuesta del presidente Vizcarra de que los asegurados de EsSalud se podrían atender en los establecimientos de Salud para garantizar el aseguramiento universal no es más que una promesa lanzada al aire, pues es bien sabido que a nivel nacional los establecimientos del Minsa no reúnen las condiciones para garantizar una adecuada y oportuna atención ni siquiera para los asegurados del SIS y menos lo están para los asegurados de EsSalud.
Y si hablamos de nuestra región las condiciones son deplorables, solo tenemos dos hospitales referenciales: el Santa Rosa y hospital de Apoyo Sullana, los cuales hace tiempo colapsaron y que atienden en las peores condiciones, poniendo incluso en riesgo la salud de los pacientes por el hacinamiento y la deficiente seguridad hospitalaria.
Pero, además, el SIS no se está reembolsando a tiempo y es lo que también tiene colapsados a los establecimientos y hospitales que no tienen ya cómo pagar a los médicos contratados y personal asistencial.
Es decir, en esas condiciones, el aseguramiento universal se queda en palabras bonitas, porque la realidad es otra.
De ahí que si realmente se quiere garantizar el derecho a la salud, pero una buena atención de salud, se tiene que empezar por aumentar el presupuesto que contradictoriamente cada año se recorta.
Y en Piura, seguimos soñando con el Hospital de Alta Complejidad que desde hace años solo se tiene en promesas y más promesas.