Las estrategias, el trabajo y las coordinaciones de las cuales hablan en algunos discursos los jefes policiales, no se ven. Contra la delincuencia, el sicariato y las organizaciones criminales dedicadas a la trata, cupos, extorsiones y tráfico de tierras no hay estrategias, sino por lo menos se reflejara en la disminución de los delitos en las calles. 

Sin embargo, las cifras indican lo contrario, los delitos van en aumento mes a mes, año tras año y aunque según algunas autoridades o funcionarios, en Sullana, una de las provincias más afectadas por el crimen, las zonas rojas o puntos de peligro, dicen que han bajado, lo cierto es que los delincuentes y sobre todo sicarios se multiplican, incrementándose así la cifra de víctimas. 

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A nivel regional son más de 80, de los cuales casi la mitad han sido crímenes a manos de sicarios. ¿Y el Ministerio del Interior? Porque aquí no se trata solo del jefe de la Macro Región Policial que parece que solo le preocupa que las cifras y las informaciones sobre delitos, asaltos y otros no lleguen a oídos de los periodistas-, sino de todos, incluidas nuestras autoridades. 

Lamentablemente, parece que estamos gobernados por personas que no tienen la capacidad de hacer una priorización y de poner la mano dura para batallar contra aquellas lacras que hasta ahora tienen a nuestros ciudadanos atemorizados, porque ya no solo el crimen está en las calles, sino que ahora no les cuesta nada meterse a un domicilio y acribillar a su víctima. 

Seguir un auto y a plena luz del día asesinar a los pasajeros o al conductor. Definitivamente esto ya se desbordó y si no se hizo nada cuando apenas comenzaba, la esperanza parece estar perdida y más con estos gobiernos que no pueden ni con los trabajos de prevención frente a las lluvias.