La alerta por el Tren de Aragua se vuelve a encender tras el crimen de una joven de 27 años, extranjera, quien podría haber sido víctima de un brazo armado de esta sangrienta y despiadada organización criminal, que hoy opera en diversas regiones del país, pero principalmente en la capital y el norte.

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Piura, es una de estas regiones elegidas por este grupo criminal para operar en distintas actividades delictivas como la extorsión, sicariato, tráfico de tierras, y cobro de cupos, no solo a empresarios, ingenieros, constructoras, sino también a emprendedores y a las mismas jóvenes venezolanas que deseosas de buscar un mejor porvenir salen de su país engañadas por la oferta de un trabajo, sin embargo ya en el país de destino son objeto de amenazas, cobro de cupos y hasta víctimas de maltratos y asesinato.

Lamentablemente, estas jóvenes, muchas de ellas con apenas mayoría de edad quedan prácticamente desprotegidas, en un país extraño, donde sin su familia ni amigos, tienen que someterse a las exigencias de estos delincuentes. Son tantas las víctimas de este delito, que se estima que la organización criminal llega a recaudar hasta 4 millones de soles al mes solo por el cobro de cupos a féminas explotadas sexualmente en el país. 

Si bien es cierto, muchos de los venezolanos y extranjeros que llegan al país llegan a delinquir, también un buen grupo arriban con la esperanza de conseguir un trabajo digno para poder salir adelante, esperemos que las organizaciones de derechos humanos y que el mismo gobierno no solo trabaje en normas estrictas para expulsar a aquellos malos extranjeros, sino también para amparar a aquellos víctimas de sus propios compatriotas.