Con un terno negro y un girasol en mano, Paco Bazán llegó al Estadio San Marcos para el tan esperado encuentro con Susana Alvarado, tal como ambos habían prometido a principios de este año en Radio Nueva Q. El exarquero de Universitario de Deportes, en una intervención a la radio local, afirmó que es un hombre de palabra, aunque admitió que se sentía algo fuera de su zona de confort.
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«Cumplí, aquí estoy. Estoy más nervioso que madre de torero», expresó al inicio. Luego, dedicó unas palabras a todas las integrantes del equipo, deseándoles lo mejor en una noche tan especial para ellas. Destacó que conoce bien el esfuerzo que hacen para lograr lo que tienen.
“Que disfruten del espectáculo, lo merecen. Este tiempo que hemos compartido es importante. Sé lo que significa trabajar en Corazón Serrano. Se esfuerzan tanto que se merecen una noche como esta”, comentó.
A pesar de su nerviosismo, Paco estaba emocionado por estar presente en el show, en el que su principal interés era ver a Susana, con quien estaría intentando iniciar una relación. «Creo que esta noche será mágica», expresó con nerviosismo, pero sin entrar en detalles.
Desde su llegada al lugar, todos los focos de atención estaban sobre él, y desde un lugar privilegiado, pudo observar a su cantante favorita. Como un adolescente enamorado, Paco se colocó frente a una de las pantallas gigantes y no dejaba de grabar a Susana Alvarado mientras ella interpretaba «Lo siento», uno de los éxitos más populares de Corazón Serrano.
Además, el conductor de televisión cuidó los detalles, pues en su mano izquierda llevaba el hilo rojo que ambos comparten, dejando claro que sus promesas siguen vivas.
Subió al escenario
Después de varias horas de espera, Paco Bazán subió al escenario durante el baile de «Bomba Chucaqui», acompañado de un girasol. El exfutbolista hizo su aparición, abrazó a Susana y se animó a dar unos pasos de baile, aunque este no era su punto fuerte. Ambos se mostraron nerviosos, pero el encuentro se limitó a un intercambio de miradas.