El reconocido cantante de cumbia Lucho Cuéllar, conocido como el ‘Kiko de la Cumbia’, ha revelado un lado poco conocido de su vida: su pasión por caracterizarse como payasito. Según el artista, esta actividad, que comenzó en su niñez, se ha convertido en una forma de terapia que le ayuda a superar momentos difíciles.
LEE MÁS ► Paco Bazán y la cantante de corazon serrano, Susana Alvarado aclaran los rumores de supuesto romance
“Toda mi vida he sido payaso, desde los 9 hasta los 15 años. Lo dejé porque empecé a trabajar en la música, pero en 2010 lo retomé junto a la Chola Chabuca, y cada vez que puedo lo hago. Es mi terapia, el alivio para las penas y tristezas”, confesó el cantante.
Esta faceta, que combina humor y sensibilidad, lo ha llevado a considerar visitas a albergues y asilos, donde planea llevar alegría a quienes más lo necesitan.
Desde niño trabajó como payasito
El amor de Lucho Cuéllar por el arte de ser payaso no es algo reciente. Durante su niñez y adolescencia, se dedicó a esta actividad antes de que la música se convirtiera en el centro de su vida profesional. Ahora, años después, utiliza el maquillaje y la nariz roja como un refugio emocional.
Además, el cantante asegura que su objetivo es transmitir esperanza y alegría, especialmente a personas en situaciones vulnerables. “Ser payasito es más que un disfraz, es un medio para conectar con los demás y ofrecerles momentos de felicidad”, declaró.
Una vida marcada por los excesos y la superación
Lucho Cuéllar también ha sido transparente sobre los retos personales que ha enfrentado a lo largo de su carrera. En mayo de 2024, durante una entrevista para el programa ‘Estás en Todas’, el cantante confesó haber lidiado con adicciones que lo llevaron a un centro de rehabilitación.
“Cuando trabajaba con el Grupo 5, la fama y la carga laboral me abrumaron. Cada día libre que tenía, lo aprovechaba al extremo. Perdí momentos importantes, como los cumpleaños de mis hijos y celebraciones familiares”, expresó con arrepentimiento.
El artista compartió que sus excesos lo llevaron a buscar ayuda profesional, aunque aclaró que nunca estuvo en situaciones extremas como se llegó a especular.
“Llegué hasta un centro de rehabilitación, pero no fue como la gente piensa. Me mantuve fuerte y seguiré estando fuerte”, enfatizó Cuéllar.