Si el pequeño Rapi Ananda Pamungkas, de solo dos años y medio de edad, no consigue fumar un cigarrillo hace tremendo berrinche, llora todo el día y no puede dormir, por lo que su madre se ha visto obligada a comprar cajetillas para que el niño pueda continuar con su hábito.

La adicción de Rapi por la nicotina comenzó desde hace dos meses, cuando empezó a levantar colillas de cigarrillos afuera del negocio de comida de su familia en Sukabumi, Indonesia. Al principio les pedía a los adultos que se las encendieran, pero después se volvió agresivo y demandaba a los turistas que le compraran los cigarros.

“Mi hijo está acostumbrado a fumar mientras toma café y se come un pastel. Ha fumado todos los días desde hace casi dos meses. Si no le doy un cigarrillo, se vuelve loco”, dijo Maryati, la madre del niño, al sitio The Sun.

La mujer de 35 años confesó que ha sido caro mantener el vicio de su hijo, pues ella y su esposo deben comprar dos cajetillas diarias para complacer al pequeño: Le gusta hacerlo todo el día. Puede fumarse hasta 40 diarios”.

Misbahudin, su padre, también fuma, pero no sabe cómo fue que el pequeño adquirió el hábito. “No puedo decirle que no cuando me pide un cigarro. Ni siquiera fumo tan seguido, solo lo hago en el trabajo”, señaló.

Los padres aseguraron que acudirán con un doctor para poder lograr que su pequeño deje el hábito de fumar.