La ausencia de control en las redes sociales y la búsqueda de independencia, son las causas más comunes por las cuales cada día más niñas y adolescentes, en edad escolar, entre los 10 a 15 se convierten en víctimas de la trata de personas.

Según datos del Ministerio Público, en el año 2018 se registraron 57 casos; y en lo que va de este año ya se identificaron 11, solo de los denunciados. El 70% de las víctimas sufren la explotación sexual, el 25 % explotación laboral y el 5% son obligadas a la mendicidad, donde un tercero se beneficia.

Cifras

En Piura, solo en el 2018, la Policía Nacional registró 11 denuncias y 4 casos en lo que va de este año; entre tanto, el Poder Judicial emitió 30 sentencias entre condenatorias y absolutorias, desde el año 2009. Según cifras de la Oficina de Defensa Pública y acceso a la justicia del Ministerio de Justicia, en el 2018 se registraron 35 casos denunciados y 14 a la fecha.

Modalidades

Para la especialista de la Comisión Regional de lucha contra la trata de personas y tráfico ilícito de migrantes de la Gerencia de Desarrollo Social del Gobierno Regional, Socorro Nonajulca, las víctimas, son captadas en su mayoría a través del conocido “padrinazgo”, siendo las niñas de la sierra de Piura, las adolescentes que caen en manos de quienes le ofrecen estudios a cambio de ayudar en los quehaceres del hogar.

“Salen con la ilusión de estudiar, se las llevan a Lima y las tienen esclavizadas, las obligan a realizar trabajo en casa y al final no estudian y hasta les quitan su DNI”, señaló.

Sin embargo, una nueva modalidad de captación es través de las redes sociales que, sumado a la falta de control de los padres, se convierte en un peligro latente, pues los integrantes de estas bandas muy bien organizadas usan perfiles falsos para interactuar con las menores, “ellas no saben a quienes están escribiendo, pues les ponen una foto de una adolescente, las citan en un lugar y se consuma el secuestro”, advirtió.

Sin embargo, las “falsas ofertas de trabajo” es otra vieja modalidad de captación, en la ciudad cada vez más jovencitas caen en el cuento de trabajos de modelaje a medio tiempo para atención al público en locales “pero resulta que se las llevan a cantinas y bares informales y poco a poco las prostituyen, les ofrecen aumentar su ingreso por sentarse con los parroquianos, por cada cerveza o ceviche que consuman les aumentan sus propinas, hasta dejarse tocar y así las ofrecen”, precisó.

Sin albergues

Mientras el número de casos aumenta; Piura no cuenta con albergues para las víctimas de trata de personas, mujeres y niños que logran huir, se requiere al menos 2 centros para albergar. “Estamos buscando un terreno para que se construya un albergue”, dijo