Un grupo de estudiantes del colegio seminario San Juan María Vianey (SAJUMAVI) y del Centro de Educación Técnico Productivo (CETPRO) Nº 34026 de Huancavelica han desarrollado un ‘superpan’ que ayudará a reducir los altos índices de anemia que afecta a la población escolar de una de las regiones más pobres del país.

Este pan milagroso, hecho a base de sangre de bovino y harina fortificada, logró restablecer los índices de hemoglobina de 150 alumnos de entre 13 y 16 años de edad del colegio SAJUMAVI, según los últimos exámenes de despistaje de anemia realizado por los médicos del hospital Zacarías Correa Valdivia de Huancavelica.

“En aproximadamente 45 días, el ‘superpan’ ayudó a reducir los índices de anemia que afrontaba la población escolar del colegio seminario y ahora los alumnos se ven más saludables y llenos de energía y están en buenas condiciones para lograr mejores resultados en sus estudios”, refiere Roosvelt Flores Flores, rector del colegio religioso.

El novedoso producto ya se encuentra en su fase de comercialización y entre sus compradores figuran la Aldea Infantil San Francisco de Asís, el Asilo de Ancianos y el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) del Ministerio de Educación (Minedu).

El pan milagroso

Todo empezó cuando los alumnos consiguieron para el CETPRO un horno industrial donado por la asociación Red de Corazones y desarrollaron la propuesta del pan fortificado para que las familias dispongan de un alimento que ayude a combatir la anemia en Huancavelica.

Alex Inga Aparco, exalumno formado en el colegio seminario “San Juan María Vianney”, está a cargo de la panadería en el CETPRO y elabora los panes con el apoyo de 18 alumnos del tercer, cuarto y quinto año.

Flores explica que los ingredientes son los mismos que se utilizan para la elaboración de un pan: harina de trigo, levadura, azúcar, sal, manteca y agua, a los que se les agrega sangre de bovino secada por atomización, un producto cuyo primer lote donó la fundación San Román.

Ahora, el nuevo objetivo de los alumnos es obtener el registro sanitario para empaquetar el pan y hacerlo llegar a las comunidades más lejanas de Huancavelica y, mediante convenios con entidades públicas y privadas, masificar su consumo en programas sociales como el Vaso de Leche o Qaliwarma.