La inquebrantable fe en el Señor Cautivo, movilizó a miles de fieles y peregrinos, hasta Ayabaca, para venerarlo y acompañarlo en su día central.
Fueron cerca de 30 mil devotos y peregrinos provenientes de diversas partes de la región y del país, e incluso del vecino país de Ecuador, los que tras recorrer cientos de kilómetros, llegaron hasta con sus pies descalzos, para agradecerle y pedirle milagros.
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Foto: José Córdova Fotografía
Día Central
Este año, la festividad se llevó a cabo con gran esplendor, atrayendo a miles de peregrinos y devotos que se congregaron a inmediaciones del Santuario de la Virgen del Pilar, para participar en la misa central, oficiada por el obispo Cristóbal Mejía Corral.
Entre los presentes se encontraban autoridades regionales, entre ellas el gobernador Luis Neyra León, quien tuvo el honor de presentar el manto del Cautivo, como una ofrenda durante la ceremonia, junto con el alcalde de Ayabaca Darwin Quinde, y otros representantes de instituciones locales como Salud, Ugel, Bomberos y la Policía.
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El lema de este año, “Con Cristo Cautivo sanamos nuestras heridas y tristezas”, fue el centro de la reflexión del discurso de Monseñor Cristóbal, quien instó a las autoridades y peregrinos presentes a abrir sus corazones al amor de Cristo.
El obispo abordó temas de importancia social, como la necesidad de poner fin a la violencia de género y promover el amor y el respeto mutuo en la comunidad, no más feminicidios, no más maltratos a la mujer, no más explotación dijo el obispo de Chulucanas.
Procesión
La parte central de la festividad fue la tradicional procesión en honor al Cautivo de Ayabaca, en donde la imponente imagen del Cristo Cautivo, encabezó la marcha, acompañada por la venerada Virgen del Pilar.
Los peregrinos, mostraron una profunda devoción al avanzar de rodillas, arrastrándose y portando fotografías de seres queridos enfermos para pedir sanación, terminando así con mucho esfuerzo su peregrinación final.
