Ocultó su verdadera personalidad hasta que explotó y exteriorizó su instinto asesino. José David García García (32), el confeso asesino de María Angélica Ipanaqué Tume (30), también intentó electrocutar y luego estrangular a su exconviviente Milagros Mercedes Ayala Villareyes (29), en represalia porque ella decidió terminar la relación.
Milagros, ante las sindicaciones que ella supuestamente encubría al homicida, rompió su silencio para narrar el calvario que le tocó vivir hace más de ocho meses.
Exhortó a los familiares de María Angélica para que no la acusen injustamente. “Ayer (martes) me han quemado mi moto y me querían quemar a mí, querían matarme… se ha generado una confusión, la gente me mira mal”, exclamó.
Su calvario
Agregó que conoció a David en el cumpleaños de la cuñada de María Angélica y luego de ello se enamoraron y convivieron cerca de dos años. “Discutíamos de boca (con David), hasta que hablé con él para terminar la relación, ya que quería trabajar para la manutención de mis dos hijos (fruto de su primer compromiso)”, manifestó Milagros.
Añadió que José David tajantemente se negó a terminar la relación y en un descuido enchufó un cable (tomacorriente) y el otro extremo lo metió a la tina con agua donde lavaba ropa. “Me abrazó fuerte y me dijo aquí nos vamos a electrocutar, intentó meter mi brazo al agua y forcejee con él”.
Milagros como si fuera ayer recordó que ella se zafó y corrió a bajar la palanca general de la luz. En el acto, David la arrojó al suelo para seguidamente sujetarla violentamente del cuello con la intención de asfixiarla. La mujer se defendió como pudo y sus gritos fueron escuchados por una comadre que pasaba cerca de la casa.
“Mi comadre entró y encaró a David, quien lo negó todo, pero aun tenía las huellas en el cuello por lo que me fui a denunciarlo a la comisaría (Ciudad del Pescador).