Una familia dedicada a la venta de chifles en el asentamiento Sánchez, en Sullana, está siendo víctima de extorsión por parte de delincuentes, quienes les exigen 10 mil soles para no atentar contra su vida y la de sus seres queridos. Además, los amenazan con hacer explotar granadas en su hogar. La familia ha solicitado urgentemente la intervención de las autoridades.

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Desde el viernes 13 de diciembre, los extorsionadores comenzaron a amenazar a la familia, que reside en la calle Santa Elena, a través de llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp. Con mucho esfuerzo, la familia lucha por salir adelante con su emprendimiento, y ahora enfrenta esta situación de gran peligro.

En uno de los mensajes enviados por los delincuentes, se lee: «Te estamos llamando por el tema de seguridad, vida y tranquilidad tuya y de tu familia. Queremos la suma de diez mil soles, caso contrario te haré volar tu casa a punta de granadas y dinamitas. Te tenemos en jaque. Sabemos todos los horarios. (…) Pagas, te alineas o te hago vivir un infierno. La plata se recupera, pero la vida no. Así que ya sabes.» Además, les dan un plazo de 24 horas para que se comuniquen con ellos.

Los extorsionadores también aseguran que, si no cumplen con su exigencia, comenzarán a actuar, mencionando incluso los nombres de los familiares y sus lugares de movilidad. Además, afirman contar con diversas armas para causar daño, advirtiendo que la Policía no podrá protegerlos todo el tiempo.

Las amenazas continúan con llamadas constantes, en las cuales los delincuentes emplean un lenguaje vulgar. En una de ellas, dicen: «Todo (el asentamiento) Sánchez Cerro y alrededores es mío. Yo me estoy apoderando. Así que si tú no me llamas para darme una solución, te voy a matar a ti y a tu pequeño, y te lo voy a devolver en una maleta y lleno de harto plomo.»

La familia presentó la denuncia en la Depincri de Sullana, revelando el angustioso calvario que viven. Solicitaron a la Policía Nacional del Perú una vigilancia constante y la captura de los extorsionadores, quienes están aterrorizando a una familia trabajadora sin los recursos económicos suficientes para hacer frente a esta amenaza.