En estos últimos dos años, las extorsiones en Sullana se han convertido en pan de cada día, donde cualquier persona que quiera emprender un negocio por más pequeño que sea, se ha visto perturbado por las amenazas de las bandas dedicadas al chantaje y a los cupos.
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La policía busca desbaratar bandas injertadas que reciben órdenes desde el interior de penales, pero la poca o casi nula logística que presenta los ata de manos a la hora de identificar y capturar a los delincuentes.
Centenar de denuncias
Según información proporcionada a Diario LA HORA, la oficina de extorsiones del Departamento de Investigación Criminal, en estos primeros ocho meses del año 2023 se reporta un aproximado de 130 denuncias por extorsión. Es decir, un promedio de 16 por mes, aunque len la realidad esta cifra podría duplicarse debido a que muchas de las victimas por temor a que atenten contra su vida y la de su familia prefieren callar y no denunciar, nos comenta una fuente policial.
Precisamente este silencio, lleva a que el delito se incremente día con día, tanto así que los últimos meses son los que más casos ha generado a comparación de los primeros tres en que se reportaba uno a dos a la semana. Incluso en el mes de agosto son varios casos denunciados no solo en la policía sino a través de las redes sociales.
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Víctimas
Lo preocupante, es que estas bandas no solo han cogido de punto a personas con solvencia económica y prósperos empresarios, sino que ahora han fijado su atención en emprendedores y MYPES que apenas están comenzando y a veces con capitales prestados. “Suelten” el dinero es a frase recurrente con la que intentan amedrentarlos, adjuntando vídeos de su supuesto arsenal, mensajes de texto y sobres con balas.
Desde dueños de funerarias, consultorios médicos, odontólogos, casa de repuestos, restaurantes, tiendas de ropa, cevicherías, comidas al paso, ahora hasta comerciantes de abarrotes y verduras no se han escapado de vivir en medio de la zozobra y el temor. Además de profesores como figura en las denuncias en la entidad policial.
Las personas que son extorsionadas por primera vez presentan cuadros de ansiedad, temor, delirio de persecución y miedo a que los delincuentes cumplan con sus amenazas por lo que terminan cediendo a la entrega de dinero que muchas veces oscila de 500 soles hasta los 30 mil. Otras víctimas no hacen caso y terminan cambiando el número o bloqueando los mensajes que llegan.
Balas y miedo
Cuando los extorsionadores tienen una respuesta negativa lo que hacen es amenazar llegando a los locales comerciales, tiendas, viviendas a disparar o lanzar explosivos como ha ocurrido en el mes de agosto.
“Son personas que no ganan cantidades exorbitantes de dinero, pero también son víctimas de estos delincuentes que siempre actúan en complicidad con algún allegado del entorno de su víctima para conseguir información real y precisa” dice un policía describiendo el modus operandi.
