La torrencial lluvia que cayó la tarde del martes en el distrito de La Arena causó zozobra y estragos serios en varias casas e instituciones, sobre todo en el caserío Jesús María, donde los techos de varios hogares se vinieron abajo por el impacto de la lluvia. LA HORA pudo corroborar que tras el daño, varias familias han dormido en la vía pública junto a sus pequeños hijos, sin que autoridad alguna los socorra y ponga a buen recaudo.
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Mientras algunos refuerzan sus techos, las amas de casa solicitan ayuda con productos para alimentarse, beber y poder dormir de manera digna.
“Hubo aire con lluvia. Yo he estado sosteniendo mi techo para que no se caiga, no se moje mi radio y mi televisor. La fuerza del agua fue tal, que me tumbo todo y tuve que salir corriendo con mis hijos. Tengo tres hijos uno de 5 años y dos gemelos. No sabía ni qué hacer porque mi esposo está trabajando. Nos hemos quedado en la pampa. Pedimos que nos apoyen con calamina, triplay. No tenemos nada”, fue el pedido de Diana Vílchez Espinoza, madre de familia cuya vivienda, de la calle Buenos Aires, quedó destruida por la furia de la naturaleza.
DAÑOS
Solo en la avenida principal, de dicho caserío, hay 13 viviendas de material rústico totalmente colapsadas, con techos y paredes destruidos. Los vecinos indican que fue como si un huracán hubiera pasado por sus casas.
Por otro lado, las madres aseguran haber quedado solo con la ropa que llevaban puesta. Manifiestan que no cuentan con alimento alguno, porque todo se mojó y se echó a perder. “Los niños lloran de hambre, solo han comido galletas, porque el viento levantó los techos, los arrojó al suelo y el agua mojó todo. Ayúdennos por favor”, exclamó María Inga Sandoval.
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