El parricidio en Sullana ha causado conmoción tras la sentencia que condena a Yessica Milagros Yangua Ávila y Hilton Roder Piñarreta Atoche (padrastro de la bebé) a 15 años de prisión. Ambos fueron hallados culpables por la muerte de su hija de 1 año y once meses, un caso que ha despertado el interés público debido a la gravedad de los hechos.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Los trágicos sucesos ocurrieron el 22 de agosto de 2023 en el centro poblado de Mallares, en el distrito de Marcavelica, provincia de Sullana. Según las declaraciones de Yessica Yangua, su hija fue encontrada sin vida en los brazos de su pareja, Hilton Piñarreta. La niña fue trasladada al Hospital II de Sullana, pero los médicos solo pudieron certificar su fallecimiento. Los detalles revelados por la necropsia fueron alarmantes: la menor presentaba fracturas múltiples en el cráneo, indicios de un violento aplastamiento o aprisionamiento en su cabeza.
Sullana: Sentencia por parricidio y homicidio calificado
El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Sullana condenó a Yessica Yangua por parricidio, mientras que su pareja Hilton Piñarreta fue sentenciado por homicidio calificado. Ambos recibieron 15 años de prisión efectiva.
Los jueces Erick Sánchez, Manuel Valdiviezo y Jocelyne Gutiérrez estuvieron a cargo del caso y consideraron que existió una autoría compartida en el crimen. En el caso de la madre, el tribunal tuvo en cuenta su responsabilidad restringida debido a su edad (20 años), lo que permitió una reducción en su condena.
Por otro lado, Piñarreta fue declarado culpable de homicidio calificado con agravantes, incluyendo alevosía y el aprovechamiento de la indefensión de la víctima, que apenas tenía un año y once meses de edad. Ambos condenados deberán cumplir sus penas en los penales de Cajamarca (Yangua) y Piura (Piñarreta).
Parricidio en Piura: ¿Qué pruebas incriminaron a los acusados?
La evidencia clave fue proporcionada por el informe del médico perito que realizó la necropsia a la menor. Según los resultados, la niña sufrió graves fracturas en el cráneo, resultado de un fuerte impacto, lo que llevó a su muerte. Estas lesiones coincidían con la hipótesis de un acto deliberado de violencia, llevado a cabo por los condenados.
Además, el testimonio de la madre, que inicialmente aseguró haber encontrado a su hija sin vida en brazos de su pareja, levantó sospechas al no coincidir con los hallazgos forenses. Este relato, combinado con las pruebas físicas, fue crucial para que el tribunal concluyera la responsabilidad de ambos en el crimen.